Inclusión de criterios sostenibles en la toma de decisiones de inversión. Reporting y Transparencia

Inclusión de criterios sostenibles en la toma de decisiones de inversión. Reporting y Transparencia

El pasado martes 21 de mayo el Aula Gabeiras celebró la segunda sesión del ciclo sobre El Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la Comisión Europea en colaboración con Triodos Bank. En esta ocasión, un grupo de expertos del sector financiero y sostenibilidad debatieron sobre la inclusión de criterios sostenibles en la toma de decisiones de inversión y cómo afectan los factores sociales, ambientales y éticos en la rentabilidad financiera.

Tras la introducción de Sandra Castañeda, directora de desarrollo corporativo de Triodos Bank y Patricia Gabeiras, la jornada fue inaugurada por José Manuel Marqués Sevillano, director de innovación financiera del Banco de España.

Marqués Sevillano destacó la importancia que ha ido adquiriendo la sostenibilidad en el sistema financiero actual y comentó que “la misión del Banco de España, como autoridad pública, es crear incentivos para que se puedan medir y cuantificar los riesgos climáticos, fomentando la creación de instrumentos que permitan gestionarlos. Así mismo, también es necesario crear herramientas para que se puedan valorar las nuevas oportunidades que surgen de la transición ecológica”. Éstos son, según el ponente, los pilares del funcionamiento de la Red de Bancos Centrales y Supervisores para Ecologizar el Sistema Financiero (NGFS), una alianza que va creciendo con el objetivo de compartir estándares y métodos de trabajo en torno al riesgo climático y la estandarización dentro de los mercados.

El sector financiero se ha convertido en un importante catalizador donde hay muchas vías de actuación y todas son importantes.

El director de innovación del Banco de España también quiso destacar varios aspectos sobre cómo reflejar los criterios de sostenibilidad en las inversiones financieras, como por ejemplo, exigir información sobre las emisiones de CO2 a las empresas, sus estrategias de cara al cambio climático y su gestión de los riesgos asociados. Comparaba también esta exigencia informativa de la misma forma que se demanda información sobre los activos líquidos. “La falta de información debe ser cada vez más penalizada por parte de los inversores y progresivamente éste va a ser un factor más determinante de cara a la inversión”.

Jose Manuel concluyó la apertura con un mensaje de optimismo. Comentó que desde que inició su trayectoria en el sector en el 2008, las iniciativas en este ámbito presentadas por las autoridades han crecido de forma exponencial y es actualmente el momento en el que más hay. Tanto desde el sector público como desde el privado están surgiendo muchas propuestas, llegando a un grado de implementación muy rápido y con una capacidad de alcanzar acuerdos mucho mayor, debido a que el reto al que nos enfrentamos requiere de acción inmediata. Además, el nivel de
concienciación es muy alto a pesar de que es un riesgo del que no hay suficiente información”.

Tras la apertura, Carlos Magán, socio en Analistas Financieros Internacionales (AFI), realizó la ponencia principal e inició su exposición destacando que hay una tendencia muy clara a tener en cuenta criterios sostenibles en la toma de decisiones de inversión y un consenso de todos los actores en cuanto a la necesidad de incluirlos.

“La sostenibilidad no sólo es hablar de medio ambiente sino también hay que hablar de factores sociales y de gobernanza en las compañías en las que vamos a financiar o invertir”, puntualizó Carlos.

Riesgo financiero

Magán hizo referencia al discurso que dio a finales de 2015, Mark Carnery, Gobernador del Banco de Inglaterra y Presidente del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB), donde explicó la correlación entre cambio climático y estabilidad financiera resaltando varias veces la palabra riesgo. Este discurso supuso un antes y un después para el sector financiero y la identificación de los riesgos climáticos en las inversiones

El socio de AFI hizo hincapié en aspectos básicos de cara a la sostenibilidad de las inversiones: “necesitamos contar con el apoyo del ámbito privado para que empiece a asignar recursos. Está demostrado que existen riesgos asociados a los factores de sostenibilidad, por lo que en la medida que queramos que esas inversiones sean óptimas desde el punto de vista de rentabilidad, habrá que tener en cuenta esos factores”.

“Hasta ahora el modelo que teníamos era que la gran mayoría de la financiación que recibían las empresas era del sector bancario, pero en estos momentos se está produciendo un cambio y una desintermediación financiera. Está surgiendo un nuevo agente que complementa la labor de la banca: el sector privado (donde se incluyen fondos de pensiones, seguros, fondos de inversión, etc). El consenso que estamos viendo ahora mismo no lo habíamos visto nunca: el sector privado está avanzando por delante de la regulación con una autorregulación muy evidente”, añadía el ponente.

En la industria de fondos de inversión y pensiones a nivel global hay 65 billones de euros de inversión para financiar e invertir en compañías. A modo de ejemplo, tan solo la gestora BlackRock gestiona 5.1 billones de euros, cinco veces el PIB de España.

Si conseguimos que los gestores de estos fondos exijan la información de los factores de sostenibilidad de las empresas, se estará avanzando en el camino adecuado.

ISR (Inversión Socialmente Responsable). Herramientas actuales

Carlos Magán describió en varios puntos las herramientas actuales de la ISR. “Hemos pasado de una exclusión basada en actividades (tabaco, juego, armas, etc.) al análisis y discriminación en base a criterios de sostenibilidad ASG (Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo)” añadió a modo de introducción de este tema.

A la hora de la toma de decisiones en relación con las inversiones, Magán comentó que lo que se está haciendo a nivel de industria es realizar una inversión basada en una metodología Best in Class. En esta metodología se hace un análisis financiero y un análisis ASG y, en función del rating en sostenibilidad que tienen esas compañías, se toman decisiones. Existen muchas metodologías e índices que asignan una puntuación a las empresas según su desempeño sostenible y financiero.

Además, también, hay que distinguir entre inversiones de impacto, donde prima la misión de la compañía, y aquellas en las que se tienen en cuenta criterios de sostenibilidad, que son aquellas en las que se integran los criterios ASG para prevenir los riesgos de sostenibilidad derivados de la inversión. Según el ponente, “éste es el gran avance. Los inversores institucionales han empezado a integrar, junto con el análisis financiero tradicional, los criterios ASG en la toma de decisiones”.

Existen muchas herramientas para incluir criterios de sostenibilidad, pero su elección dependerá de los objetivos de los
clientes:

  • Criterios de Exclusión: está muy alineada con los valores éticos y se centra en excluir ciertos sectores de tus
    decisiones de inversión (armas, tabaco, alcohol, explotación infantil.
  • Criterios ASG: se basa en la integración de criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo en las
    decisiones de inversión disminuyendo el riesgo asociado.
  • Criterios de Impacto: inversiones que buscan principalmente tener un impacto positivo en la sociedad.

Además del momento de la inversión, hay que hacer un seguimiento de esos riesgos, de cómo van evolucionando, de si están mejorando o no sus criterios de sostenibilidad y por eso está cobrando más importancia la interlocución activa entre inversores y compañías (se utiliza también el término Sterwardship).

Como conclusión, Carlos Magán resumía el futuro de las finanzas sostenibles: “hemos tenido unos años de una evolución tremenda y creemos que esto va a seguir. Somos positivos en que podremos cuantificar esos riesgos si las compañías nos aportan la información necesaria”.